"Entre poesías y Fantasías"

miércoles, 28 de marzo de 2012

Poesia Corta N°2 de Rosita

Me amparo bajo el amado Nogal, 


donde acurruco mis sueños de mariposa, 


como si quisiera ser fruto,

 
o tierno brote de verde hoja.





Que simple y bondadoso eres,

 
sin tener obligación deleitas,

 
meciéndote entre los vientos,


pintando maravillosamente  



los paisajes con tus colores,
 
y al mismo tiempo brindándome 



tu abrigo incondicionalmente.


Oh árbol querido, 



no desampares mi soledad y mi frío,

no permitas que me aleje,


marcame la frente con un beso de tu cariño,


y cuando mis ojos miren,


no haya nada que haga que te olvide.

Poesía Corta de Rosita

¿Como llegue a tener tres corazones?,

Abrí mi pecho y vi que dos de ellos tenían coraza,


así que decididamente los saque,

 
los puse en una mesa firme de madera,

 
busque la fuente mas grande, 


los coloque dentro en ella,

 
con un rallador limé cada una de las indiferencias,

 
¡¡Duros como una piedra¡¡, ¡Valgame Dios¡,

 
como no me di cuenta de que estos dos corazones 


eran solo un amuleto inservibles para dar amores.

Y el corazón que me quedaba...


aquí esta como siempre, aquí."

jueves, 19 de enero de 2012

ALEGRIA CON HUIDOBRO

Te digo Huidobro que siento
Alegría de ver como el sol
corre hacia mis ojos
en un matinal enero.

Te digo Huidobro
que siento Alegría
que  en mi espejo
declaro hacer el amor
a las estrellas

Te digo Huidobro
que siento Alegría
de gastar mis pasos día a día
por los caminos de la dulzura.


Te digo Huidobro
que siento alegría
de saber que este bus me lleva
a la ciudad de los arboles,
donde pierdo la sensatez, y vuelo.

¡ Vamos Vicente muestrame tu locura ¡,
Muéstrame mas de la  mezcla
de vino dulce y añejo,
quiero mas de  tus palabras
llename con ganas
de fertilidad y espesura.


Vamos Huidobro de la tierra,
que mana viñedos,
vamos Huidobro poeta,
hazme flor en tu jardín,
toma mis manos
con tu amor, y que mi amor
con el tuyo sea eterno.







miércoles, 18 de enero de 2012

NUESTRA LOICA

Caminábamos sin mucho ánimo, ya estábamos cansados de tanto  jugar a la pelota, el sol nos daba justo en la espalda, casi quemaba,  cada cierto rato íbamos parando a la sombra de algún árbol que habían en el camino, yo como de costumbre tenía la manía de ir siempre mirando el suelo, de repente, me pareció haber visto algo moviéndose  entre la hierba, le dije a mi hermano Matías espera, mira,  algo se mueve allí,  no se  podía ver bien lo que era entre tanto pasto seco, no me aguanté la curiosidad, y le dije al Mati,  ¿Vamos a ver qué es?, nos acercamos lentamente, yo igual iba con cuidado  no vaya a ser alguna culebra o algún animalito extraño y nos salte encima, así que nos acercamos despacito y al agacharnos descubrimos entre la maleza que había un pequeño pajarito, con mucho cuidado quise tomarlo  con mis manos  pero me sorprendió con un  gran brinco, así que le dije a mi hermano  Mati  ponte delante de mí y con cuidado lo vamos a tratar de  tomar, así que cuando quiso arrancar hacia adelante se encontró con el  Mati, y de un brinco llego hasta mis manos, yo lo tome con cuidado y piaba tan  tan fuerte,  pero tan fuerte, que en una de esa pensé  no vaya a ser que venga su madre y nos picotee la cabeza, así que comenzamos a buscar en el cielo, en las ramas de los árboles, por todas partes pero no se veía ninguna ave y ningún nido,  ¿Qué haríamos ahora con este pequeño pajarito? El mati me dijo llevémoslo  y le preguntamos al Tata que hacer con él,  y así  nos fuimos caminando yo con el polluelo en la manos.
Cuando llegamos,  el  tata, estaba como era su costumbre por las tardes sentado en su silla fumando su pipa le dije Tata mira lo que encontramos extendí las manos sujetando bien el polluelo y me dijo, ¿y ese pajarillo?, ¿Dónde lo encontraron? yo le dije en el camino tata, éste es una cría de Loica, dijo mira si lo giras veras  en su pecho una pequeña manchita roja, nos miramos sorprendidos  y si,  en el medio de su pecho una pequeña pinta roja,  pregunté a mi tata ¿qué íbamos a hacer con este pajarito?, nos preguntó: ¿buscaron a su madre entre los arboles?,   Sí tata buscamos por harto rato y por todas partes pero no encontramos nada, y por eso decidimos traerlo,  bueno dijo el,  tengo una jaulilla guardada en el cobertizo, vayan a buscarla y la ponen allí, fuimos en busca de la jaula y le hicimos un pequeño nidito, con pañitos y pedacitos de papel, pusimos al avecilla dentro y el  brincaba y brincaba  hasta que se
cansó, volvimos con la jaula donde mi tata, ¡ muy bien niños¡, pero ahora tendrán que buscar alimento para él, yo le pregunté: ¿qué comen tata?, ¡¡ lombrices mijito, lombrices ¡¡, uy ¡¡¡ guaquala¡¡¡ dije, pero ¿dónde hay lombrices?, mi tata se levantó de su silla y nos dijo acompáñenme, detrás de él nos fuimos con la jaula hasta el patio trasero, con su dedo nos indicó y  dijo allí debajo de esas piedras las encontraran, me subió un escalofrío y  comenzamos a levantar las  piedras y u y ahí estaban eran  muchas moviéndose en la tierra, eran largas, y nada bonitas mi hermano me dijo: ¡¡¡ sí que son feas¡¡¡, mi tata nos dijo tómenlas y se las llevan al pajarito, ahora sí que iba a tener que tomar valor, pero sentía tanta pena que me hice el valiente, y le dije a mi hermano yo las tomo, así que una a una las iba sacando, se sentían tan viscosas  y se movían tanto, u y me decía,  pero solo pensaba  la avecilla necesitaba, tiene que comer, tiene que  alimentarse, mi hermano me dijo espera, corrió hasta la casa y volvió con un frasco, mejor echémosla aquí, así que el también me ayudó a sacarlas, como se hundían en la tierra arrancando de nuestros pequeños dedos, una vez que echamos algunas nos fuimos a donde estaba la jaula, se nos ocurrió con dos palitos tomar una, esta lombriz  colgaba y  se movía, nos acercamos a la jaula y se la ofrecimos al pajarito, y  sorpresa, el ave abrió tan grande su pico que se la tragó completita, fue un gran alivio ver que ella se podría alimentar,  así fueron pasando los días ya teníamos que ir a buscar lombrices cerca del rio, era como un deber para nosotros. Así el avecilla  comenzó a crecer y crecer, su pecho se ponía rojo y más rojos que hermosa era, estiraba su alitas para limpiarlas y nos despertaba cada mañana con su
dulce trino, que feliz nos hacía mirarla, cuando ya habían pasado varios meses mi tata me dijo Es hora mijito, yo le pregunté de que tata, es hora de liberar a esta Loica, pero ¿por qué? si nosotros la habíamos criado, y alimentado, no, no podía creer lo que mi tata estaba diciendo, no tata es nuestra loica, no y  se me llenaron los ojos de lágrimas, mi tata con voz dulce me sentó en sus piernas y me dijo, ay mijito sé que no es fácil, pero las aves son de Dios y cuando están problemas nosotros las ayudamos pero pertenecen al cielo y deben ser libres, para que vuelen y hagan sus nidos, ¿entiendes ahora?, Pucha¡¡¡, dije aunque mi corazón se negaba porque  nos habíamos encariñado tanto, pero tanto con el Mati, pero  mi tata tenía razón y debíamos dejar volar  libre a nuestra querida Loica, así que fuimos hasta el lugar donde la habíamos encontrado, abrí la jaula despacito la tomé entre mis manos, la miraba y la miraba para no olvidarme de lo linda que era,  levante mis brazos muy alto y la solté, nos corrían las lágrimas mi hermano me abrazo mientras mirábamos como el avecilla volaba tan feliz, como si el cielo y ella fueran una sola, voló muy alto, luego volaba sobre nuestras cabezas como diciéndonos gracias gracias, de pronto se alejó y ya no la vimos más, no parábamos de  llorar a moco tendido, si hasta nuestro tata, se le llenaron los ojos de lágrimas, nos fuimos a casa tristes, mirando de vez en cuando hacia atrás  por si volvía pero no, nuestra ave se no volvió mas, a pesar de tanta pena sentíamos una tranquilidad porque  al verla  volar tan alegre, supimos  que eso era lo correcto.
Pasó el invierno  y con mis hermanos solíamos ponernos en la ventana a mirar el cielo por si divisábamos a nuestra Loica, así nos llegó el verano, que rico sol, el río para poder ir a bañarnos, estaba todo listo y preparado para ir al día siguiente al río a pescar con mi tata y el mati.
Cuando desperté no podía abrir los ojos de tanto sueño, ah bostezaba   se sentía a lo lejos un sonido extraño pero conocido, ah…… debe ser algún ave trinando, que¡¡¡ puede ser nuestra Loica, así que me levanté rápido muy rápido que casi me caigo con el apuro, le dije a mi hermano Mati……. Mati despierta el no daba ni la hora , así que me fui hasta el patio, buscando, buscando de donde venía ese bello trino, mirando entre los árboles, donde, donde, y de pronto me quede quieto y plasmado, mi corazón casi salía de mi pecho delante de mí en un árbol estaba nuestra Loica, mi Loica había vuelto, trinaba como un ave en el paraíso, y allí su nido, había vuelto para hacer su nido en nuestro patio, llame a mi tata y al Mati, para que lo vieran todos fuimos felices ese día porque nuestra Loica, nuestra avecilla había vuelto a casa.

LA DESICION Y EL DESCUIDO

Juanito tenía dos ovejas,
y tenia dos gallinas,
las ovejas le daban abrigo,
y las gallinas huevos
todos los día.

Juanito un día tuvo mucho sueño,
y en un descuido olvidó
darles agua, paja y trigo
 muy molestas las ovejas y las gallinas
decidieron buscar otro dueño.

 Juanito  al ver que no estaban
desesperado se preguntaba
¿Donde están mis ovejas? ,
¿Donde están mis gallinas?


Juanito se puso a buscarlas
salio a los cerros cerca del río,
llego la noche ya hacia frío,
se sentó triste a mirar el camino
levantose de su lugar y en alegría
dio gracias a Dios porque vio
que sus ovejas y gallinas volvían.


Ellas arrepentidas de tomar tan mala decisión
se decían, el hambre y el peligro allá a fuera era peor,
pensaron que volver a casa era lo mejor.

El joven pastor,
corrió a buscarles el alimento
nunca mas las descuidare  mis ovejas,
nunca mas las descuidare  mis gallinas,
decía con tanta alegría.


Así la enseñanza explica
que  No hay que apurarse a tomar decisiones
ni descuidar lo que tenemos,
no vaya a ser que perdamos todo
en tan  solo  un momento.