"Entre poesías y Fantasías"

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Espiga

Amasijo de cielo y cordillera,
aquel perpetuo amor etéreo,
que refrescó su dulce rostro
como rocío la mezcla,
nació la poesía de esa
joven mozuela
en lánguidas  noches
pidió al cielo
que viniera.

Ilusa la jovenzuela,
creyente y   devota
de una pobre promesa,
que apuntando siempre su alma
abria y cerraba la puerta
subía una escalas a la gloria
y   al infierno rodaba en silencio.

Fue quieta mariposa bordada
por los dedos de un fantasma
llena de versos sus alas
 ¡¡ Y como le explotaba el universo ¡¡
Cuando de noche hembra  
su lengua le agasajaba.

Relámpagos en  sus oídos,
ante el  brío de su voz  omisa,
¡¡ Como se expandían sus letras ¡¡
Sus ojos se abrían  
rumorosos  y  ligeros.

Vio como las nubes  
corría con su tacones altos
tras los vientos.

Nunca llego
la llamada  de esa voz vacía
Hecha de  cal, lengua fría,
una garganta sin tonos
ni afinadura en sus cuerdas
mudo, mudo desafinado y sin alma
duende meloso.

¿Hace  cuanto?,
¿Un cuarto de siglo?,
Incumplida promesa
que como polilla carcomió
lento su afán
hasta agotar la noria de sus ojos
y su semblante  emblanquecido
ante la espera, ante la ausencia,
no fue muro para evitar que
amara al  poeta sin promesa
que se volvió en su  pecho una espiga.

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