RECUERDAME

Recuérdame,

al mirar las montañas

allí entre aguas de un río silente,

tu boca y la mía,

unión insolente.

Recuérdame

con aquella cancion,

la que me enseñaste a que fuera nuestra,

En el camino de tavernay

“Allí nos respiramos de diestra suerte,
allí nos cobijamos por si la muerte,
allí yo le regalo mis estertores
y allí ella me devora con mil amores
cogiendo de mi sangre las frescas flores”.

(Patricio Manns).

Recuérdame  

cuando leas a mi amado poeta,

“Después de todo
nos volveremos a encontrar.
El verano tenderá sus manteles en el suelo
para que dispongamos nuestras provisiones
y tú seguirás bella
como la canción El Vino de Mediodía
que el loco tocaba en la leñera.

Después de todo
hay tantas y tantas tierras.
Yo no me impaciento.
tenemos todos los años del mundo para recorrerlas...”

(Jorge Teillier)

 Y asi...

se hizo en mi una promesa,

se transformo en recuerdo,

luego en larga agonia,

me hice una mujer cometa,

como una pluma etérea,

todo lo ame y nada a la vez,

todo fue mio y con nada quede.

Recuérdame,

cuando  muera,

en el apagado latir de mi alma,

allí estuviste gravado,

como una mella marcado,

haciendo el nido,

a fuego lento de tiempos,

todo lo hubiera dejado,

sin miramientos,

mas el amor es solo una llovizna,

en tiempos de primavera,

tendrás mis versos grabados,

como acento en tu cabeza,

no me olvides …te lo ruego ..

aunque yo muera.

Recuérdame,

antes de que se apague  este instante,

mírame desde lejos,

desde tu rincón del universo,

ten piedad de mi ruego,

y aunque tu boca  no pueda besar,

deja en mi puerta un soplo de tu amor,

  no sea yo la olvidada,

ni la exiliada de tus fronteras,

no odies mis pasiones,

tan solo... Recuérdame..