Me deleito en tu ausencia
en tu lejanía me alimento,
cuando quiero olvidarte
testaruda me deleito
porque olvidarte no puedo.
Me delito en recorrerte,
como memoria suicida,
con un poco de ti,
me imagino en tu boca rendida.
Me delito en el eco de tu voz fundida,
como tiempos detenidos,
tiempos que arrastran ante mi tu poesía,
mis oídos en capullos se abren
ante tu luz,
¡como te necesitan¡.
Me deleito en las estrellas
que tu faz iluminan,
estamos tan lejos el uno del otro,
pero tus ojos negros fijamente las miran,
tal como yo en esta tierra de montes,
ellas , tan cerca de tu alma
y yo, de tu alma soy olvido.
Me deleito en la traición de tu pacto,
ese que desenterró mis lagrimas,
fuiste como un sueño dormido
y aunque sea yo tu olvido
me delito como quien ama.
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